Seguimos hablando de mantones, una parte esencial de ello son los flecos. Un mantón no es nada si no le añadimos unos buenos flecos. Y digo buenos, porque depende del enrejao, el tamaño, tipo de seda, y unas manos expertas haciéndolos o de lo contrario nos podemos cargar esta preciada prenda.
Para las personas que no estáis familiarizadas en la materia, como yo antes de meterme en este entramado, deciros que hay todo un mundo relacionado con este arte. De hecho es una tradición que va de madres a hijas en algunos pueblos de nuestra comunidad.
Cuando inicié el reto de hacer mantones, además de investigar qué tipo de seda era la más adecuada para pintar debía informarme sobre los flecos.
Hay muchos tipos de flecos, este comprende la parte de enrejao, que es la combinación de hilos que se urden (se cosen al dobladillo de la tela) y a partir de ahí y la imaginación de la persona que los hace puede hacer autenticas maravillas, cruzándolos unos con otros, formando celosías y otra segunda parte que es el largo de los hilos que sobran de ese entramado, dando el acabado final a lo que se conoce como flecos.
Hay muchos tipos de hilos para flecar, actualmente están muy de moda los de Cuquillo, son más gruesos y lucen mucho, es más fácil trabajar con ellos. Pero a mí personalmente me gustan los hilos de seda (también los hay sintéticos), prefiero su textura y brillo. Además tienen la peculiaridad de poder tintarlos del color que queramos. Y eso le dá un toque especial de originalidad y exclusividad a la prenda.
Tras investigar bastante, me dirigí a la cuna de este arte, Cantillana, aquí casi todas las mujeres del pueblo flecan, tradición que pasa de generación en generación. De aquí siempre sale la moda de flecos que cada año luciremos en la feria de Sevilla.
Aquí es dónde flecan los mantones Lindavá, elegimos el tono que mejor le viene a la seda, generalmente el color que menos resalte y lo usamos para los flecos. Normalmente hay que tintar ese color porque no existe en la gama de los comercios, así que es un color único creado para la ocasión. Y decidimos qué enrejao usar, prefiero dejarlo a la elección de la persona que los hace, admirando la creatividad que surge en ese momento. Y desde luego nunca dejan de sorprenderme.
Aunque hay mucha variedad en flecos, me gustan las cosas sencillas y originales, por ello intento mezclar distintos colores o tonos para darle un toque diferente. Como siempre el protagonista, el color.
Quiero destacar, que hay un trabajo de equipo importante detrás de ello que hace que los mantones que ves, son únicos, cuidando todos los detalles desde su inicio hasta su finalización.
El resultado siempre es espectacular. Gracias a todas las mujeres que con su esfuerzo e imaginación hacen obras de arte.
